viernes, 20 de abril de 2012

La construcción de la duda, en Yo confieso, Alfred Hitchcock

Si bien en una exposición anterior se desarrolló el tema del falso culpable, en esta ocasión se tratará acerca de la forma en que Hitchcock construye la culpa en el relato Yo confieso mas construida paralelamente con la figura del falso culpable.
En primera instancia, cabe destacar que el ambiente que se presenta en las primeras secuencias de la película, moldean el ambiente de culpa que rodea al asesinato. Asimismo, la confesión del asesino con el padre, constituye una primera transferencia de la culpa, aspecto que se convertirá en una tortura durante el desarrollo de la trama. Del mismo modo, el proceso de indagación que realiza la policía sobre el asesinato crea una imagen de la culpa, cuyo principal señalado es el cura. Las actitudes de este ante la sociedad también lo inculpan, además de esto diversos comentarios entre los personajes colaboran para la construcción de la misma, es necesario de esta forma destacar que uno de los sacerdotes que vive con Michael le dice a Keller mientras se pinta la habitación que esto se hace para cubrir la suciedad, lo mismo que hizo Keller con la sotana y sus labores en la iglesia, cubrir su culpa.


Es importante señalar que ideológicamente el verdadero asesino se beneficia de la religión y la hace cómplice de él, mientras que el sacerdote es víctima de esta y sus señalamientos sociales, pues el sacerdote prefiere ser condenado antes que revelar lo contado bajo confesión.


Por otro lado, es importante apuntar que no es únicamente el sacerdote quien queda inculpado por la confesión; sino que también su esposa Alma. Sin embargo, estas transferencias de culpas están marcadas por una diferencia, y es que la confesión hacia la esposa no está protegida por ningún pacto social ni religioso. Este aspecto es un elemento que crea suspenso durante todo el desarrollo de la trama, pues la idea de que la esposa pueda inculparlo, crea una atmósfera de suspenso. Sin embargo, después del juicio en ella cae un sentimiento de culpa y es por esta razón que intenta salvarlo y corre a él, a través de la multitud, esto se logra apreciar en el siguiente fotograma:



Asimismo, el chantaje que el señor Villete hace a Ruth incrimina indirectamente al sacerdote pues es una información que la sociedad y, hasta cierto punto la policía malinterpreta. De este modo lo que se tiene según la sociedad y la policía no es únicamente una incriminación de asesinato sino una violación a la ley canónica; es decir, se piensa un delito jurídico y otro eclesiástico.



Por otra parte, la liberación del sacerdote por falta de pruebas es una liberación meramente jurídica; más no moral ni social pues ante la sociedad la reputación del canónico ha quedado destruida. De esta manera la salida del juzgado del supuesto asesino evoca escenas de la pasión de cristo, ya que pública y socialmente es señalado e incriminado mientras camina, esto se puede apreciar en la siguiente imagen:





Es necesario destacar que la propagación de la culpa puede ser estratificada en niveles. En este sentido, el primer nivel es el canónico, puesto que mediante la confesión se asegura de que su secreto no va a ser revelado. Otro nivel, puede estar marcado por el paso de este al familiar, pues la esposa representa un campo de protección y refugio.

 Por último es necesario destacar que Keller en todo momento, oculta su culpa y defienda de este modo su inocencia, incluso inculpando al sacerdote legalmente, ya que este atestigua en contra del mismo en su juicio. También, es importante señalar, que el justifica la causa de su asesinato en un problema socioeconómico pues asesina a Villete para robar y poder salir de la situación económica en la que se encontraba. Adherido a esto, en su lecho de muerte, él sigue manifestando la culpa del sacerdote y en este caso, incluso, lo culpa de la muerte de Alma. En este punto, se puede ver cómo el asesino cae por el peso de su propia conciencia pues se imagina que el sacerdote ya había hablado, es decir, es un individuo vencido y delatado por su otredad inconsciente.




En conclusión, es posible notar una vez más la perfecta construcción de las temáticas por parte de Hichtcock y nos sorprende con la técnica cinematográfica con la que construye las mismas.




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